Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos:

¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?

Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?

martes, 21 de agosto de 2012

El guerrero y la victima

El guerrero y la víctima son dos arquetipos. La víctima es un arquetipo negativo o disfuncional, lo vimos enel Rojo y el primer chacra, sin confianza en la vida y sin fuerzas para salir adelante por si mismo,  siempre con quejas. Podremos dejar atrás el arquetipo de la víctima asumiendo la responsabilidad por nosotros mismos, asumiendo la responsabilidad de nuestras actitudes y nuestra ideas

El Guerrero es el arquetipo positivo o funcional que vimos en el Amarillo y el tercer chacra es una persona poderosa con un sentido definitivo de valorarse a si mismo, que posee la fortaleza interior para ver realizados sus sueños y la tranquilidad para afrontar retos físicos y emocionales, refleja en forma afirmativa nuestros niveles de auto confianza, auto valoración y poder personal. 

La gran diferencia entre un guerrero y una víctima es que ésta se reprime y el guerrero se refrena. 


Azotea de la Pedrera de Caixa de Catalunya, Antonio Gaudi

Las víctimas se reprimen porque tienen miedo de mostrar sus emociones, de decir lo que quieren decir.


 Fachada de la Pasión, Sagrada Familia, Josep Maria Subirachs 

Refrenarse no es lo mismo que reprimirse. Significa retener las emociones y expresarlas en el momento adecuado, ni antes ni después. 


Quixot, Metro Diagonal de Barcelona, Pedro Delso Rupérez


Esta es la razón por la cual los guerreros son impecables. Tienen un control absoluto sobre sus propias emociones y, por consiguiente, sobre su propio comportamiento.

Los cuatro acuerdos

Miguel Ruíz

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