Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos:

¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?

Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?

martes, 21 de agosto de 2012

La flor existe


Si sé que el amor soy yo
y que el dolor también soy yo,
que la comprensión soy yo y  el sufrimiento también,
entonces voy a tenerlo en cuenta.
No quiero suprimir mi sufrimiento porque sé que puede convertirlo en flor...
La flor existe porque existe el sufrimiento.

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