Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos:

¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?

Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?

martes, 25 de octubre de 2011

Cuando me amé de verdad...

Cuando me amé de verdad...
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto...
en la hora correcta...
en el momento exacto....

Entonces me relajé....

Hoy sé que eso tiene nombre....



AUTOESTIMA

Cuando me amé de verdad...
me dí cuenta que mi angustia y sufrimientos emocionales,
no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades.

Hoy sé que eso es......

AUTENTICIDAD

Cuando me amé de verdad....
dejé de desear que mi vida fuese distinta
y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento.

Hoy a eso le llamo....

MADUREZ

Cuando me amé de verdad....
comencé a entender cómo es ofensivo forzar alguna situación
o a alguien sólo para realizar mis deseos,
aún sabiendo que no es el momento o
la persona no está preparada, inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de esto es....

RESPETO

Cuando me amé de verdad....
comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable....
personas, tareas, y cualquier cosa que me desanimara.
En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa actitud de egoísmo.

Hoy sé que se llama....

AMOR PROPIO

Cuando me amé de verdad....
dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes.
Abandoné proyectos a muy largo plazo.
Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta,
cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé que eso es....



SIMPLICIDAD

Cuando me amé de verdad...
desistí de querer tener siempre la razón
y con eso cometí menos errores.

Hoy descubrí la.....

HUMILDAD

Cuando me amé de verdad...
dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida realmente ocurre.
Hoy vivo, un día a la vez....

Eso es....

PLENITUD

Cuando me amé de verdad....
entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio del corazón,
se torna una enorme y valiosa aliada.

Todo eso es....

SABER VIVIR!

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