- «No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente
- «En el tablero de la vida cada cual escaquea como puede».
- «-No queda sino batirnos.
- -¿Batirnos contra quién, don Francisco?
- -Contra la estupidez, la maldad, la superstición, la envidia y la ignorancia [...]
- «Pero nadie nace enseñado; y a menudo, cuando gozas de las debidas enseñanzas, es demasiado tarde para que estas sirvan a tu salud o a tu provecho».
- «No le pidas clemencia a quien te quita la vida, y no se la quites a quien te la pida».
Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos:
¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
lunes, 4 de abril de 2011
El capitan alatriste
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