¡TU PUEDES DAR!
Todo hombre que te busca, va a pedirte algo:
el rico aburrido, la amenidad de tu conversación;
el pobre, tu dinero;
el triste, un consuelo;
el débil, un estímulo;
el que lucha, una ayuda moral.
el rico aburrido, la amenidad de tu conversación;
el pobre, tu dinero;
el triste, un consuelo;
el débil, un estímulo;
el que lucha, una ayuda moral.
Todo hombre que te busca, de seguro va a pedirte algo.
¡Y tú osas pensar: "qué fastidio"!
¡Infeliz! ¡La ley escondida se ha dignado otorgarte el privilegio
de los privilegios, la prerrogativa de las prerrogativas: ¡dar!
¡Tú puedes dar!.
¡Y tú osas pensar: "qué fastidio"!
¡Infeliz! ¡La ley escondida se ha dignado otorgarte el privilegio
de los privilegios, la prerrogativa de las prerrogativas: ¡dar!
¡Tú puedes dar!.
¡En cuantas horas tiene el día, tú das,
aunque sea una sonrisa,
aunque sea un apretón de manos,
aunque sea una palabra de aliento!.
aunque sea una sonrisa,
aunque sea un apretón de manos,
aunque sea una palabra de aliento!.
Debieras caer de rodillas ante el Padre y decirle:
"¡Gracias porque puedo dar!".
"¡En verdad os digo que vale más dar que recibir!".
"¡Gracias porque puedo dar!".
"¡En verdad os digo que vale más dar que recibir!".
Amado Nervo, en Plenitud (Biblioteca Nueva, Madrid)
No hay comentarios:
Publicar un comentario